La historia del jazz está llena de figuras que marcaron una diferencia,
pero pocas fueron tan innovadoras y audaces como las Hermanas Boswell: Martha,
Connie y Vet. Este trío vocal revolucionó la música popular de los años 30,
marcando un antes y un después con su creatividad y su capacidad para combinar
complejidad técnica con una emotividad inigualable. Aunque no siempre ha
recibido la atención que merece, su influencia resuena hasta hoy en el jazz y
la música popular.
Martha (1905) y Connie (1907) nacieron en Kansas City, mientras que
Helvetia, conocida como “Vet” (1911), llegó a la familia tras mudarse
a Birmingham, Alabama. Poco después, la familia se estableció en Nueva Orleans,
donde las hermanas crecieron en un entorno profundamente influenciado por la
rica tradición musical de la ciudad. Inicialmente, las chicas se formaron en
música clásica, destacándose en varios instrumentos, pero el omnipresente jazz
de Nueva Orleans pronto capturó su interés y moldeó su estilo.
A mediados de los años 20, las Hermanas Boswell comenzaron a grabar discos
localmente y a presentarse en el circuito de vodevil, lo que las llevó a
California hacia finales de la década. Para 1930, ya habían ganado notoriedad
gracias a sus apariciones en la radio y a su participación anónima en bandas
sonoras de películas. Sin embargo, fue ese mismo año cuando comenzaron a grabar
discos bajo su nombre, iniciando así una carrera que las catapultaría a la
fama.
El sonido de las Hermanas Boswell se caracterizaba por su armonía perfecta
y sus arreglos innovadores. Connie, la hermana del medio, poseía la voz más
destacada del trío. Su registro bajo y su habilidad para manejar casi todas las
partes solistas le dieron al grupo una base sólida. Martha y Vet, por su parte,
aportaban armonías que enriquecían cada interpretación. A menudo, Connie
trabajaba directamente con músicos como Glenn Miller para desarrollar arreglos
que rompían con las convenciones de la época, incluyendo cambios de tempo y de
tonalidad que mantenían al público siempre sorprendido. Es importante mencionar
que Connie tenía una movilidad limitada debido a una parálisis en las piernas,
posiblemente causada por polio durante su infancia. Este detalle, aunque nunca
ocultado, tampoco se publicitó, y no impidió que las hermanas alcanzaran el
éxito en una industria exigente.
En 1931, las Hermanas Boswell se trasladaron a Nueva York, donde se
rodearon de músicos de élite como Benny Goodman, Tommy Dorsey y Joe Venuti.
Durante este período, grabaron algunas de sus piezas más memorables, incluyendo
“It’s You” y “Crazy People”. Estas
grabaciones no solo mostraban su virtuosismo vocal, sino también su capacidad
para incorporar elementos del swing antes de que este estilo dominara el jazz
de la década siguiente. Su habilidad para balancear tempos relajados y ritmos
rápidos las convirtió en pioneras del swing vocal.
A diferencia de otros grupos de la época, las Boswell cantaban con una
libertad que les permitía cambiar notas y frases sobre la marcha,. Además, su
acento sureño daba a sus interpretaciones un estilo de pronunciación fresco y
distintivo que las diferenciaba de otros artistas contemporáneos.
Aunque las Hermanas Boswell fueron una de las agrupaciones más populares
entre 1931 y 1936, su carrera como trío fue relativamente breve. Martha y Vet
optaron por retirarse para dedicarse a sus familias, mientras que Connie
continuó como solista, inspirando a figuras como Ella Fitzgerald, quien adoptó
elementos de su estilo vocal. También influyeron en otros grupos como las
Andrews Sisters, que llevaron el sonido Boswell a un público más amplio en las
décadas siguientes.
Aunque su popularidad disminuyó con el tiempo, el interés por las Hermanas
Boswell ha resurgido gracias a su contribución pionera al jazz vocal. Escuchar
sus grabaciones hoy es redescubrir un capítulo fundamental de la música, un
recordatorio de que estas tres hermanas de Nueva Orleans ayudaron a sentar las
bases del jazz moderno.
Recomendaciones de escucha: It’s
You (1931)- Crazy People(1932) – Was That The Human Thing to D (1932)- The
Object of My Affection(1935)
Por Marcelo Bettoni