The Dirty Dozen Brass Band – “Bongo Beep” (1982)
La labor de Alan Lomax constituye un faro insoslayable en el estudio y la preservación de la música popular estadounidense. Su pasión por registrar, difundir y conservar expresiones musicales ha dejado una huella profunda en músicos, investigadores y aficionados de la cultura. Más allá de documentar sonidos, Lomax capturó historias, tradiciones y vivencias humanas que, de otro modo, podrían haberse perdido. Su trabajo no solo nos permite escuchar la música, sino también comprenderla como un fenómeno social y cultural, consolidándolo como un referente imprescindible para quienes buscamos explorar la riqueza y diversidad de la expresión musical.
El 16 de mayo de 1982, Alan Lomax y su equipo registraron en el Glass House de Nueva Orleans una presentación de The Dirty Dozen Brass Band, conjunto que en aquel entonces ya se consolidaba como uno de los grandes renovadores de la tradición de las brass bands de la ciudad. El tema interpretado fue “Bongo Beep”, una pieza que refleja el carácter vibrante y festivo del repertorio de la banda, al mismo tiempo que proyecta la energía de una nueva etapa en la música afroamericana.
Integrantes en esta grabación: Brother” Charles Joseph – trombón, Ephram Towns – trompeta ,Benny Jones – bombo ,Kirk Joseph – tuba ,Roger Lewis – saxofón barítono ,Kevin Harris – saxofón tenor ,Jennell Marshall – redoblante ,Greg Davis – trompeta
La importancia de este registro radica no solo en la calidad interpretativa, sino también en su valor documental: forma parte de la serie American Patchwork, proyecto audiovisual de Alan Lomax destinado a preservar y difundir expresiones musicales de raíz popular en los Estados Unidos. The Dirty Dozen Brass Band fue decisiva en el renacimiento de las brass bands en los años setenta y ochenta. Su estilo combinó la tradición de los desfiles funerarios y carnavales de Nueva Orleans con influencias de funk, rhythm & blues y jazz moderno, abriendo el camino para que las bandas de metales de la ciudad trascendieran lo local y alcanzaran un reconocimiento internacional.
Por Marcelo Bettoni