Nueva York y el jazz mantienen un romance de casi un siglo, y aunque el mapa musical de la ciudad ha cambiado, los small jazz clubs siguen latiendo con fuerza. En estos espacios, la música conserva su carácter más íntimo y auténtico: la improvisación sucede a pocos metros del oyente, sin filtros ni artificios, en un diálogo constante entre músicos y público.

La historia de los pequeños clubes neoyorquinos es inseparable del desarrollo del jazz moderno. En el Village Vanguard (fundado en 1935), John Coltrane grabó en 1961 una serie de conciertos que marcaron la historia del género. El Five Spot Café fue, en los años cincuenta y sesenta, un refugio donde Thelonious Monk, Ornette Coleman o Charles Mingus experimentaron sin límites.
Estos lugares, muchas veces modestos en infraestructura, eran laboratorios sonoros: allí nacían nuevas formas, se probaban composiciones y se tejían redes de colaboración que luego influirían en todo el mundo.

Inaugurado en 1994 en un sótano del West Village, Smalls Jazz Club nació bajo la visión de Mitch Borden como un espacio accesible, con jam sessions que duraban hasta la madrugada. Jóvenes como Kurt Rosenwinkel o Brad Mehldau encontraron allí un lugar para arriesgar y crecer.
Tras el cierre forzado por la crisis post-11 de septiembre, Spike Wilner y Lee Kostrinsky reabrieron el club en 2006, implementando SmallsLIVE, un archivo audiovisual que registra y transmite cada concierto. Este archivo no solo preserva un patrimonio musical, sino que permitió que, durante la pandemia, Smalls siguiera vivo y conectado con una audiencia global.

Los small clubs neoyorquinos no son reductos nostálgicos; son focos de creación y espacios de transmisión cultural. Para los músicos, representan un laboratorio donde probar repertorio y estilos; para el público, la oportunidad de vivir el jazz como fue concebido: en cercanía, en riesgo, en presente absoluto. En una ciudad donde todo cambia, estos clubes demuestran que el jazz sigue reinventándose sin perder su esencia.

Por Marcelo Bettoni

Para profundizar en la historia y el presente de estos espacios y su relación con la evolución del jazz, podés seguir explorando en mi libro Las Rutas del Jazz y en mi canal de YouTube, donde comparto análisis, grabaciones históricas y anécdotas de primera mano.

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