década de 1920, Chicago se convirtió en el epicentro del jazz emergente. La
migración de músicos desde Nueva Orleans, impulsada por la búsqueda de nuevas
oportunidades en una ciudad en pleno auge industrial, generó un crisol de
influencias que dio lugar a un nuevo enfoque estilístico: el Chicago Style.
Este estilo marcó un punto de inflexión en la evolución del jazz, alejándose de
la polifonía colectiva del jazz tradicional de Nueva Orleans para dar mayor
protagonismo a los solistas y estructurar la música de manera más
individualista.
El jazz de Chicago
mantuvo la energía del hot jazz, pero introdujo cambios sustanciales en su
estructura y ejecución:
- A diferencia de la polifonía colectiva del jazz
de Nueva Orleans, donde varios instrumentos improvisaban simultáneamente,
en el estilo de Chicago cada músico tenía su turno para desarrollar un
solo, lo que más tarde se convertiría en una norma dentro del jazz
moderno. - En lugar del entretejido melódico característico
del Dixieland, las líneas melódicas avanzaban en paralelo o con
alternancias bien definidas. - Si bien el swing aún no había surgido como un
género independiente, el estilo de Chicago tendía a ser menos frenético
que el de Nueva Orleans, con una ejecución más relajada en ciertos
pasajes. - Aunque en Nueva Orleans predominaban la trompeta,
el clarinete y el trombón, en Chicago el saxofón comenzó a cobrar mayor
importancia como instrumento solista, anticipando su papel central en el
jazz de las siguientes décadas. - Aunque la improvisación seguía siendo clave, los
músicos de Chicago comenzaron a organizar mejor las secciones y a utilizar
estructuras más definidas en sus interpretaciones, adelantando elementos
de la era de las big band.
El estilo de Chicago
tuvo exponentes fundamentales que ayudaron a consolidar su sonido y a
influenciar el desarrollo del jazz posterior:
- Bix Beiderbecke: Trompetista y cornetista, su sonido suave y melancólico
contrastaba con la potencia de Louis Armstrong. Su enfoque melódico y
armónico influyó en el desarrollo del cool jazz. - Frankie Trumbauer: Saxofonista que trabajó estrechamente con Beiderbecke, su estilo
relajado y lírico ayudó a definir la estética del jazz de Chicago. - Eddie Condon: Guitarrista y banjista, fue una figura clave en la difusión del
estilo de Chicago y en su posterior evolución hacia el swing. - Gene Krupa: Baterista pionero que introdujo una mayor expresividad y
dinamismo en la percusión dentro del jazz.
Si bien muchas
grabaciones de esta época fueron editadas en 78 RPM y recopiladas
posteriormente en álbumes, algunos discos imprescindibles para comprender la
esencia del estilo de Chicago son:
- Singin’ the Blues (Bix Beiderbecke & Frankie Trumbauer, 1927) – Una de las
grabaciones más icónicas, con solos memorables y una expresión melódica
única. - Chicago Jazz (Eddie Condon & His Band, 1940) – Una recopilación esencial
que muestra la evolución del estilo. - Gene Krupa and His Chicagoans (Gene Krupa, 1936) – Un ejemplo de cómo el estilo de Chicago
influyó en la batería y en el swing. - Bix & Tram: Jazz Giants (Bix Beiderbecke & Frankie Trumbauer, recopilaciones de los
años 20) – Incluye algunas de las mejores grabaciones de la época.
El estilo de Chicago
sirvió como un puente entre el Dixieland y el swing, influyendo en la evolución
del jazz durante las siguientes décadas. Su énfasis en los solos y en la
expresividad melódica preparó el terreno para el desarrollo del bebop y otros
estilos posteriores. Aunque su época dorada fue breve, su impacto se extiende
hasta la actualidad, siendo un punto de referencia para músicos y aficionados
al jazz.
Chicago no solo fue un
refugio para los músicos que emigraron desde Nueva Orleans, sino también el
laboratorio donde se experimentaron nuevas formas de hacer jazz, abriendo el
camino para la evolución de este género que, hasta el día de hoy, sigue
reinventándose. La ciudad continúa siendo un símbolo de la constante
reinvención del jazz, manteniendo su rol fundamental en dentro de este género.
Por Marcelo Bettoni