En la historia del jazz tradicional, las mujeres han sido
figuras cruciales, aunque su presencia ha sido históricamente minimizada,
especialmente en el ámbito de los instrumentos. La percepción social de la
mujer como músico ha cambiado significativamente en las últimas décadas, aunque
aún persisten cuestiones que limitan la participación femenina en ciertos
subgéneros del jazz, particularmente en el Dixieland. Este artículo explora
tanto los avances como las barreras que enfrentan las mujeres que se sumergen
en el mundo de la música tradicional de Nueva Orleans y sus derivadas, un campo
donde la presencia femenina continúa siendo menos visible.

En un artículo de 1990 para The West Coast Rag
(ahora The Syncopated Times), el periodista y editor Joe Bebco plantea
la cuestión del escaso número de mujeres en el mundo del Dixieland. Según
Bebco, mientras que las mujeres desempeñan un papel fundamental en el
mantenimiento de la escena jazzística a través de actividades complementarias
como la dirección de festivales y la publicación de medios especializados, su
participación como instrumentistas sigue siendo menor, particularmente en los
instrumentos más emblemáticos del Dixieland, como  la tuba. Bebco
sugiere que las razones de esta escasez podrían no ser estrictamente culturales
o sociales, sino también prácticas, ya que instrumentos de viento y percusión
estaban asociados al hombre en función a las bandas militares

A lo largo de los años, sin embargo, se ha observado una
serie de iniciativas que han comenzado a cambiar esta narrativa. El grupo Shake
Em’ Up Jazz Band
, formado exclusivamente por mujeres, ejemplifica la
tendencia emergente hacia la inclusión de instrumentistas en el jazz
tradicional. Grupos como el de Mighty Aphrodite y Women of the World
Jazz Band
de Cynthia Sayer han contribuido significativamente a visibilizar
el trabajo de las mujeres dentro de este género (Bebco, 2025).

  En años
recientes, figuras como Bria Skonberg, se destacada en la revitalización del
jazz tradicional, y otras como Katie Cavera, han demostrado que el talento no
tiene género. A través de su participación en festivales y su trabajo con
bandas como The Syncopators, estas mujeres han allanado el camino para
futuras generaciones de instrumentistas de jazz (Skonberg, 2015).

En conclusión, aunque aún queda trabajo por hacer para
lograr una representación equitativa en todos los aspectos del jazz, el
creciente número de mujeres que irrumpen en el mundo del Dixieland y otros
subgéneros tradicionales muestra que estamos en una dirección positiva. El
futuro del jazz, como siempre, estará marcado por su capacidad de adaptarse y
evolucionar, y las mujeres seguirán jugando un papel crucial en esa
transformación.

Fuentes:

Bebco, Joe. “Women in
Dixieland.” The West Coast Rag, noviembre de 1990.

Bebco, Joe. “Women Take The
Lead.” The Syncopated Times, septiembre de 2025.

Skonberg, Bria. Bria Skonberg:
Fresh, Fun, and Fired Up
. 2015.

,Las Rutas del Jazz .Marcelo Bettoni 2024

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