Buddy Bolden es una figura clave en el nacimiento del
jazz, y su historia está envuelta en mitos y leyendas. A pesar de que muchos
relatos sobre su vida contienen inexactitudes, su impacto en la música es
indiscutible. Bolden nació en Nueva Orleans en 1877, un lugar y un momento
crucial para el nacimiento del jazz, una música que fusionó elementos de las
tradiciones africanas, el blues, la música popular y la música clásica europea.

Aunque algunas de las historias sobre Bolden son falsas,
como su supuesta propiedad de una barbería o la existencia de un periódico
llamado The Cricket, su influencia real en el desarrollo del jazz es lo
que lo convierte en una figura mítica. Se le recuerda por su habilidad
excepcional con el cornet, un instrumento que tocaba con una intensidad y un
estilo único. Se decía que su sonido era tan fuerte que se podía escuchar a
grandes distancias, algo que refleja no solo su destreza técnica sino también
su habilidad para conectar con su audiencia de una manera casi mística. Este
rasgo lo convirtió en un precursor del “jazz de Nueva Orleans”, un
estilo lleno de energía y espontaneidad.

El estilo de Bolden se caracterizaba por su toque
poderoso y su capacidad para infundir vida en los blues lentos, una de las
características fundamentales de lo que más tarde sería el jazz. Bolden tocaba
sin partituras, una práctica que ya se estaba convirtiendo en común entre los
músicos de Nueva Orleans, quienes improvisaban basados en una estructura
armónica básica. Este enfoque en la improvisación, sumado a la rica mezcla de
géneros que se daban en Nueva Orleans, como el blues, el ragtime y las marchas,
permitió que el jazz tomara forma como un nuevo lenguaje musical.

El testimonio de otros músicos como Pops Foster y George
Baquet dan cuenta de la capacidad de Bolden para atraer a su público con su
estilo improvisado, destacándose especialmente en los “blues bajos y
lentos”. Estas composiciones de Bolden, como “Funky Butt”
(también conocida como “Buddy Bolden’s Blues”), dejaron una marca
profunda en la evolución del jazz, ya que incorporaban una fuerte dosis de
interacción entre músicos y público, una característica esencial del jazz en su
etapa formativa.

Si bien es difícil determinar con certeza si Bolden
“inventó” el jazz, su música fue sin duda un punto de inflexión en la
evolución del género. Aunque no existen grabaciones de su música, las
descripciones contemporáneas y la influencia de su estilo sugieren que fue uno
de los primeros músicos en crear una sonoridad que se asemeja al jazz tal como
lo conocemos. La combinación de su virtuosismo, la atmósfera emocional y la
libre interpretación de los blues y otros géneros fueron componentes que
definieron el futuro del jazz.

La música de Nueva Orleans, particularmente la que
desarrollaron músicos como Bolden, fue un caldo de cultivo para lo que más
tarde sería reconocido como jazz. Los músicos de la ciudad, que tocaban en
desfiles, funerales, bares y salones de baile, tenían que ser flexibles y
dominar tanto la música formal como el estilo más libre del blues. Esto se
reflejaba en sus actuaciones, que a menudo involucraban improvisación colectiva
y un enfoque en la interacción con el público.

A pesar de su impacto, la carrera de Bolden fue breve.
Después de una serie de batallas personales con el alcoholismo y la enfermedad
mental, fue hospitalizado en 1906 y pasó el resto de su vida en instituciones
psiquiátricas, donde falleció en 1931. Aunque en vida no llegó a ser reconocido
fuera de Nueva Orleans, su figura se convirtió en un símbolo de la génesis del
jazz, una leyenda que se contaría a lo largo del siglo XX.

Su legado perdura no solo en los recuerdos de quienes lo
escucharon en los primeros años del siglo XX, sino también en la influencia que
tuvo en músicos posteriores, como King Oliver y Louis Armstrong, quienes
continuaron desarrollando la tradición de la música de Nueva Orleans y
expandieron el jazz al resto del mundo. Aunque los detalles precisos de su vida
y música pueden ser inciertos, su contribución al desarrollo del jazz como un
género distintivo es indiscutible. La leyenda de Bolden no solo ha sobrevivido
a lo largo de las décadas, sino que continúa siendo una fuente de inspiración
para generaciones de músicos que siguen buscando el sonido único y
emocionalmente resonante que él ayudó a crear.

Por Marcelo Bettoni

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