En el contexto del nacimiento del jazz, pocos grupos tienen una historia
tan significativa como The Original Creole Orchestra, también conocida como The
Creole Band o Freddie Keppard’s Original Creole Orchestra. Esta banda, que
marcó un hito en la historia del jazz, fue la primera de Nueva Orleans en
llevar el sonido característico de la ciudad a otros rincones de los Estados
Unidos, lo que la convierte en una de las precursoras de la expansión del jazz
a nivel nacional.
La historia de The Original Creole Orchestra comienza en 1911, cuando el
bajista Bill Johnson, que residía en Los Ángeles, contactó a su viejo amigo
Freddie Keppard, quien por entonces lideraba la Olympia Band en Nueva Orleans.
Johnson le propuso a Keppard formar una banda para presentarse en California,
donde había oportunidades de trabajo. De esta forma, Keppard y su grupo
viajaron hacia el oeste, estableciéndose inicialmente en Los Ángeles antes de
embarcarse en una gira por vaudeville que les permitió recorrer diversas ciudades
de los Estados Unidos.
Durante los años de 1914 a 1918, la banda se consolidó como una de las más
populares del momento, tocando en salas de renombre y ganándose el aplauso del
público estadounidense. Con sus influencias de jazz de Nueva Orleans, el
Original Creole Orchestra fue fundamental en la difusión de este nuevo estilo
musical. A lo largo de su gira, su sonido vibrante y su destreza en el escenario
fueron atrayendo más y más seguidores. Sin embargo, para 1918, después de
varios años de intensa gira, la banda comenzó a experimentar el desgaste de la
vida de carretera, y el grupo comenzó a desintegrarse.
A pesar de la disolución de la banda original, Bill Johnson, quien además
de ser bajista manejaba los aspectos comerciales del grupo, no se detuvo. A
finales de 1918, Johnson había organizado un concierto en el Royal Gardensde
Chicago, pero se encontraba sin banda. Fue entonces cuando recurrió a Buddy
Petit y, posteriormente, a King Oliver para cubrir la vacante dejada por
Keppard. Oliver, en ese entonces una figura creciente en la escena de Nueva
Orleans, aceptó la invitación y viajó a Chicago acompañado de músicos como
Jimmie Noone y Paul Barbarin.
Bajo la dirección de King Oliver, la banda se transformó en King Oliver’s
Creole Jazz Band , un grupo que se convertiría en una de las formaciones más
influyentes de la historia del jazz. Aunque Johnson continuó siendo parte del
grupo hasta su disolución en 1923, la banda de Oliver alcanzó una mayor
notoriedad y es considerada una de las principales forjadoras del sonido del
jazz en Chicago. Lamentablemente The Original Creole Orchestra nunca llegó a
registrar sus composiciones. Esto ha dificultado que podamos escuchar su sonido
directamente, y su legado ha quedado registrado solo en testimonios orales y a
través de la influencia que tuvo en las carreras de sus músicos, como King
Oliver, Jimmie Noone y Paul Barbarin.
A pesar de la falta de grabaciones, la importancia del grupo no puede ser
subestimada. Fueron pioneros en llevar el jazz de Nueva Orleans más allá de sus
fronteras natales, abriendo el camino para que el género se expandiera por todo
el país, sentando las bases de lo que sería el jazz de Chicago y más allá. Su influencia es innegable, no solo por su
habilidad para innovar, sino por su rol en la expansión de un sonido que pronto
se transformaría en uno de los géneros más significativos de la música moderna.
Si bien su música no puede escucharse en discos, su herencia sigue
viva en los grandes músicos que surgieron de sus filas, y en la historia misma
del jazz como lenguaje universal.